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"Me jubilé a los 37 años y quiero ayudar a que muchos futbolistas puedan reflexionar y traspasar sus vivencias", contó Pablo Lugüercio

"Wake Up" es el proyecto del ex futbolista para colaborar en el desarrollo humano de sus colegas. Un espacio de reflexión y vivencias orientado al mundo del fútbol

Pablo Lugüercio armó este proyecto junto a su socio Raúl Sala, trabajador social que lidera el departamento socio-educativo de Estudiantes de La Plata. El ex delantero de Racing es coaching deportivo y se sumó a la casa “Wake Up”, el trabajo del psicólogo deportivo, nutricionista y osteópata. Con diferentes cursos ayudan al futbolista en el recorrido de sus años en el deporte, además de prepararlo con elementos para cuando deje la actividad.

Sentí que hay cosas que no pude reflexionar sobre mi carrera, y en la etapa final me transformé en un mediador con los más chicos. Venía con un proceso de ocho años de terapia y haciendo cursos, y conocer a Raúl Sala en Estudiantes me abrió la cabeza. Después de 18 años como profesional siento que para estar cerca del futbolista hay que saber transmitir las vivencias”, sostiene Lugüercio de su nuevo rol alejado de las canchas.

Para el ex futbolista el alto rendimiento muchas veces conspira contra la formación del individuo. “El futbolista termina con una temprana edad, me jubile a los 37 años. Arrancamos de muy chicos y es difícil hacer algo paralelo. Son muy pocos los que pueden ir a la facultad mientras juegan. Con esta propuesta tenemos la idea que más futbolistas puedan reflexionar y traspasar sus vivencias”.

La pérdida de su padre a los once, dos años después de haber llegado a Estudiantes, lo marcó. “En todos los técnicos encontré guía y contención. El club me sacaba del barrio, de la esquina, yo tenía el compromiso de ir a entrenar. Creo en las escuelas y las instituciones que contienen a los chicos y generen valores. A mi Estudiantes me dio todo eso y le debo muchísimo”, reflexiona Lugüercio, quien no se reconoce un fanático de la profesión de futbolista. “Fui profesional para la práctica, pero no miraba mucho fútbol. Todos los entrenadores dejan algo y te hacen reflexionar qué tomar y qué no. Cacho Malbernat tuvo mucho que ver en mi formación personal en Estudiantes y en un paso por Perú. De Bilardo y Simeone he sacado cosas de la seriedad y formas de entrenar. Era llegar y trabajar”.

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Creo que no estamos preparados para el ‘éxito’. Finalizando el contrato con Racing llegue a un estado de sobre exigencia en el que tarde un año y medio en volver a reencontrarme con el futbolista. Me iba bien en el trabajo, pero estuve seis meses sin salir de mi casa. El alto rendimiento te lleva a exigirte de más y es difícil tener estabilidad emocional”, reconoce ante un momento complicado y el por qué de las búsquedas con su proyecto. “Para el contexto que rodea al fútbol tenés que ser agradecido y reírte siempre, porque todos quieren ser jugadores de fútbol y vos pudiste. Y no siempre es así, hay que aprender a convivir con muchas cosas”, cerró Lugüercio.

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