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El día más contrastante de la historia de River

El 26 de junio de 1996, en Núñez se festejó la segunda Copa Libertadores, con Francescoli en la cancha y Ramón Díaz en el banco. Pero 15 años después, en el mismo día, no pudo ganarle a Belgrano y descendió

River y los contrastes: Un 26 de junio de 1996 salió campeón de la Copa Libertadores y un 26 de junio de 2011 descendía
River y los contrastes: Un 26 de junio de 1996 salió campeón de la Copa Libertadores y un 26 de junio de 2011 descendía

Por Federico Del Río

Difícilmente pueda encontrarse una fecha en la que coincidan recuerdos tan antagónicos para un equipo de fútbol. Durante 15 años, el 26 de junio fue un día de felicidad para los hinchas de River. Esa noche de 1996, el equipo que dirigía Ramón Díaz y que comandaba Enzo Francescoli repitió la historia de una década atrás: le ganó la final a América de Cali y, con la lluvia como testigo repetido, dejó por segunda vez a la Copa Libertadores en Núñez. Así, ese día pasó a ser el del aniversario de aquella conquista. Hasta 2011.

El 26 de junio de 2011, River vivió su peor día, el más triste de toda su historia. Después de años de flojas campañas, el equipo que terminó conduciendo Juan José López cayó en la Promoción y tuvo que cruzarse con Belgrano para ver quién jugaría en Primera y quién, en el Nacional B. Cuatro días antes los cordobeses habían ganado 2-0 en el Barrio Alberdi, en una noche ya con incidentes por la invasión de barras de River al campo de juego en el medio del partido. En el Monumental le alcanzaba con ganar por dos goles de diferencia para mantener la categoría: fue 1-1, descenso y caos.

De la gloria de aquel equipo de Burgos, Hernán Díaz, Ayala, Astrada, Ortega, Crespo y Francescoli a las lágrimas de Juan Pablo Carrizo, Maidana, Almeyda, Pavone y pibitos como Lamela. De los goles de Crespo al penal errado por Pavone. De los cambios de Ramón si jugaba de local o de visitante a las locuras de Passarella, el presidente que armó los equipos para jugar la Promoción. Una historia fellinesca de la que lamentablemente River fue el elegido para protagonizarla en el mismo estadio, en la misma fecha, con 15 años de distancia entre la primera y la segunda parte.

Allá por el 96, esa Copa Libertadores fue el primer título que consiguió Ramón Díaz como entrenador, volviendo a poner a River en lo más alto a nivel internacional con un equipo que supo hacer su negocio de visitante y no perdonó cuando tuvo que definir las llaves en el Monumental. Meses más tarde no pudo con la Juventus en Japón, aunque al mismo tiempo inició la secuencia que lo llevó a ser tricampeón y campeón de la Supercopa 97 mostrando uno de los niveles de juego más exquisitos de la historia millonaria.

Del 2011 se puede retroceder hasta el último puesto de Simeone en el Apertura (después de haber sido campeón) para iniciar la cadena de errores que llevaron a River al pozo más profundo. Cambios de técnicos, refuerzos fallidos y un final en el que Passarella pareció querer hacer todo para terminar como terminó. Borrando a los experimentados para poner juveniles en la ida de la Promoción, ya con todo desvirtuado para la revancha y un desenlace triste, con los hinchas desconsolados y enfurecidos destrozando todo lo que había a su alrededor para cerrar ese círculo inédito de un 26 de junio.

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