El Messi de las infantiles de Newell's, el chico divertido que pedía monedas para una gaseosa y se aplicaba solo las inyecciones
Su nombre es conocido en todo el mundo y sus sinónimos y apodos -GOAT, Pulga y tantos otros- también. Pero antes de ser el mejor del mundo, era un chico como cualquier otro que soñaba con jugar al fútbol, aunque con una mentalidad especial
Hoy nombrar a Lionel Messi es sinónimo de fútbol. Es el mejor jugador del mundo y encima es argentino. Pero antes de ser conocido en todo el globo, era un chico como cualquier otro que soñaba con jugar a la pelota profesionalmente, aunque con una mentalidad muy especial que, sumado al talento natural, sin dudas hizo que hoy sea quien es. Así lo demuestran algunas anécdotas que relató Imanol Caturano, quien jugó con él en las infantiles de Newell's.
En diálogo con FM 94.7, recordó que la Pulga era un pibe divertido y pícaro. Y con anécdota lo pinta de cuerpo entero: "Estando en la pensión de Newell's salíamos a pedir monedas para comprar gaseosas y Lío, al ser tan chiquito, era el que más conseguía". Pero, obviamente, también era magia. "Messi marcaba mucha diferencia futbolística -señaló- Cuando él quería que se terminara el partido, se terminaba (...) Hacía una cantidad de goles impresionante, era una cosa de locos. Gambeteaba a todos. Eran goles muy parecidos a los que hace hoy".
Además de su buen fútbol y humor, había sacrificio en ese chico que hoy -y desde hace más de una década-deslumbra al mundo. Ese sacrificio del tratamiento, el que terminó pagando el Barcelona, que le iba a permitir ser un futbolista profesional. Caturano así lo graficó con una anécdota de aquellos años de niñez: "Cuando venía a mi casa a dormir los viernes, le daba la cajita de vacunas a mis viejos para que se la guardaran en la heladera. Y a la noche se las inyectaba solo en el cuádriceps. Esas eran sus ganas de llegar a jugar al fútbol".
