El zapatazo más emocionante de Maxi Rodríguez
Un zurdazo desde afuera del área del rosarino, en tiempo suplementario, le dio la clasificación a los cuartos de final a la Selección de Pekerman en Alemania 2006. Fue un partido vibrante ante al equipo de México que dirigía La Volpe
Por Federico Del Río
Iban siete minutos del primer tiempo suplementario. Argentina y México disputaban un lugar en los cuartos de final del Mundial 2006, en un partido que estuvo para cualquiera de los dos. Los goles en los 90 minutos se habían dando al inicio, gracias a Rafa Márquez y Hernán Crespo, pero después tanto la selección de José Pekerman como para que dirigía Ricardo La Volpe tuvieron oportunidades para quedarse con la clasificación. Ninguno desequilibró en el marcador y hubo que ir al alargue. Y ahí llegó ese momento que aún hoy, 14 años más tarde, sigue generando un cosquilleo cada vez que se lo revive.
Juan Pablo Sorín avanzó por la izquierda, recibió un pase de Messi y metió un cambio de frente para Maximiliano Rodríguez, quien parado en el vértice derecho del área grande rival mató la pelota de pecho y sin dejarla picar le hundió todo su botín zurdo para sacar un remate maravilloso. Oswaldo Sánchez voló y se estiró, pero nada pudo hacer ante esa volea impresionante del rosarino que viajó directo a la red, dibujando una parábola hermosa que ya anticipaba el final soñado. Un golazo del por entonces volante del Atlético Madrid que quebró la paridad y le dio el triunfo a la Selección Argentina.
Aquel encuentro se disputó el sábado 24 de junio de 2006, en Leipzig, el día en que Riquelme festejaba su cumpleaños número 28 y Messi, el 19. Abbondanzieri; Scaloni, Ayala, Heinze, Sorin; Cambiasso, Mascherano, Rodríguez; Riquelme; Saviola y Crespo fueron los 11 titulares que puso Pekerman que luego sumó a Tevez, Aimar y Messi en la cancha. Argentina había ganado su grupo, mientras que los mexicanos habían quedado segundos, detrás de Portugal, y así llegaron a ese cruce en octavos de final sabiendo que Alemania esperaba por el ganador.
No fue un partido fácil para los de Pekerman. Más bien, todo lo contrario. Si no era por la seguridad de Ayala en aquella noche y las atajadas de Abbondanzieri ante Borgetti, posiblemente el camino de la Selección se habría cortado ante México. Hubo momentos, sobre todo en el primer tiempo, en el que la batalla táctica la ganó La Volpe. Pero en los arcos no hubo diferencia. O sí, recién en tiempo suplementario con ese golazo de Maxi Rodríguez que se metió entre los más emocionantes para todos los argentinos.
El después de aquella clasificación festejada con camisetas al viento y gritos de desahogo después de tanto sufrimiento no fue de lo mejor. El cruce con la selección local fue el inicio de la zaga de superioridad alemana ante Argentina en los Mundiales. Porque hasta ese momento los antecedentes más cercanos marcaban una final para cada uno (86 versus 90), pero en el 2006 los germanos avanzaron por penales y también festejaron en 2010 ante el equipo de Maradona y 2014 contra el de Sabella, otra vez en la final.
