Opinión

Vale como un Mundial

Tanto provoca esta final de Copa América que si Argentina la gana se ubicará casi a la misma altura de las conquistas del 78 y el 86. Sobrarían los matices: campeón en el Maracaná, arrodillando a Brasil y a Neymar; chau a 28 años de sequía, con un Messi brillante gozando su primer título y tal vez igualando un récord de Pelé. Mejor, imposible. 

Messi es el genio, el capitán, el dueño de la pelota en la Selección Argentina. Sólo le falta la hazaña en Brasil.
Messi es el genio, el capitán, el dueño de la pelota en la Selección Argentina. Sólo le falta la hazaña en Brasil. (EFE)

Por Enrique Gastañaga

Esta Copa América tan golpeada e imposible de ser comparada con la Eurocopa, la que primero organizarían Argentina-Colombia, la que luego se jugaría en nuestro país y la que de última aterrizó en Brasil, regala una final tan grandiosa que dispara sensaciones mágicas. Incomparables. Tanto provoca y contagia que vale como un Mundial.

Si Argentina este sábado se consagra, se subirá al podio de las máximas conquistas de selecciones, casi a la misma altura de los mundiales 78 y 86. Ahí, junto a Mario Kempes y Diego Maradona, aparecerá Lionel Messi sin admitir discusiones. Puede sonar a exageración, pero no lo es.

No importa que la historia se escriba sin hinchas. Todo lo avala el análisis de lo mucho que se juega y de sus matices sensacionales, que encima podrían potenciarse según los caprichos de la pelota. Del 1 al 11, un equipo de razones sale bien rápido:

# 1 Se juega en Brasil. Representaría un sabor especial dar la vuelta olímpica en el territorio del máximo enemigo.

# 2 Es contra Brasil. Que suma 80 partidos oficiales sin perder en su país contra selecciones sudamericanas: la última caída fue contra Perú, en la Copa América de 1975. Y el Brasil de hoy además no es un Brasil cualquiera: acumula 24 encuentros invicto, con 21 victorias y 3 empates, con 61 goles a favor y sólo 4 en contra.

# 3 Es en el Maracaná. El escenario mítico del fútbol brasileño. Pegar un golpe continental ahí contra el local agigantaría la hazaña: un Maracanazo para la memoria.

# 4 Argentina cortaría una sequía de 28 años. No es campeón desde la Copa América de 1993.

# 5 El fenómeno, Messi, ganaría ese primer título en la Mayor que tanto merece, después de haber perdido cuatro finales.

# 6 Messi arrodillaría en su tierra a Neymar, otro coloso del universo futbolero.

# 7 Sería Messi un campeón brillante. A los 34 años, el goleador de la Copa, el de más asistencias, el de más gambetas, más líder que nunca, el del tobillo sangrando en la dura semifinal con Colombia, con rasgos maradonianos.

# 8 Messi podría igualar un récord de Pelé en la casa de O'Rei. Si Leo es el mismo Messi que llegó hasta la final, es muy probable que grite un gol propio y alcance al legendario 10 brasileño como máximo anotador de selecciones en Sudamérica. Y si celebra, como sus definiciones suelen resultar un placer, todo aún sería más bonito y perfecto.

# 9 La gloria la atraparía una selección nueva, con un grupo que genera empatía y con un entrenador (Lionel Scaloni) que recorre su primera experiencia como DT, acompañado por otras ex celebridades celestes y blancas (Walter Samuel, Pablo Aimar y Roberto Ayala), que persiguieron este mismo sueño sin éxito en sus épocas de pantalones cortos. Sería una liberación para este ciclo y su genio.

# 10 La vuelta olímpica sería en la cara de Jair Bolsonaro, el presidente brasileño que anunció un 5-0 de Brasil en la final.

# 11 La victoria se dibujaría a pesar de un árbitro sospechoso, que en la previa genera múltiples dudas.

El equipo de argumentos se transforma en incuestionable. Sí, un triunfo de Argentina en la final contra Brasil vale como un Mundial.

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