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Opinión

Los 10 pecados de Russo y también de Riquelme

Hay un décalogo de errores del DT, pero además hay otro del vicepresidente. Con su despido cruel, parece Miguel el único culpable de la realidad oscura de Boca. Y es cierto: el último tiempo se equivocó demasiado. Sin embargo, Román también.

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Por Enrique Gastañaga

No merecía Miguel Russo irse de Boca en silencio y acelerando, tras soportar un día de desgaste cruel y una especie de tiroteo mediático desde hace un par de semanas. Casi nunca un técnico goza un final feliz en un club. Sin embargo, este epílogo es el menos feliz de todos. Debió ser de otro modo. Claro que el DT se equivocó. Sin embargo, el vicepresidente Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol, sumando errores diversos, poco lo ayudaron. Es real que pueden registrarse 10 pecados de Miguel. También es cierto que hubo 10 pecados de Román que al cabo conspiraron contra el técnico. Responsabilidades compartidas. A repasar...

LOS 10 PECADOS DE RUSSO

1) No se puso firme en aspectos cruciales. Exageró jugando a la par de Riquelme y del Consejo de Fùtbol. Nunca levantó la voz ante situaciones que lo perjudicaban, por ejemplo los refuerzos que no refuerzan y las reacciones papelonescas de Cascini en Brasil que al mismo Miguel le impidieron afrontar dos partidos que tal vez podrían haber cambiado el panorama.

2) Pol Fernández. Tal vez la historia de Boca en la Libertadores 2020 hubiera sido distinta si lo seguía utilizando.

3) El “9” de jerarquía. No lo pidió con fuerza máxima. Es un déficit que Boca arrastra desde hace tiempo.

4) Briasco. Lo puso de “9” y no siente la posición. Es un delantero externo. Insistió al extremo con algo que no funcionaba.

5) El pibe Vázquez. Sin un centrodelantero con experiencia y con otros ensayos agotados en esa posición, debió apostar por el “9” de la Reserva. También hubiera sido un mensaje para Román y el Consejo.

6) No apuró por Ramírez. No exigió en el último mercado la rápida incorporación de un volante que cambie el ritmo, que le dé otro vuelo al medio. Así Ramírez llegó demasiado tarde.

7) Le soltó la mano a la MVA. En su momento, Medina, Varela y Almendra dispararon sensaciones interesantes. Aunque nada le resolvieron, sostuvo a Rolón y Pulpo González. Ahí también era para apoyar a los chicos.

8) Audacia mínima. Las últimas propuestas de Russo estuvieron vacías de riesgo futbolero. No le sobraba mucho, pero tenía para proponer algo distinto y juntar a otros futbolistas más ofensivos.

9) Sin reacción. No sacudía el equipo con las formaciones iniciales. Además, aunque no tenía mucho banco, los cambios durante el juego en general llegaban tarde en los últimos partidos.

10) Juego pésimo. Desde hace unas semanas, se venía observando a un Russo frenado, como superado por el panorama sombrío. Boca jugaba demasiado mal. No tiene para volar alto, pero tampoco para volar tan bajo.

# LOS 10 PECADOS DE RIQUELME

1) Renovación inoportuna. Decidió jugar fuerte sacudiendo el plantel en el peor momento económico, cuando es difícil sumar jerarquía.

2) No mimó a Tevez. El último ídolo se retiró, pero si Riquelme lo hubiera acompañado de otro modo tal vez hoy estaría sumando su experiencia desde adentro. Román eligió relacionarse con un trato muy lejano.

3) No gastó en un “9”. Román sigue sin pagar la cuenta pendiente del goleador. No se concibe un gigante como Boca sin un centrodelantero de jerarquía.

4) Gastó en refuerzos que no refuerzan. La mayoría de las incorporaciones no aseguran rendimiento inmediato ni empujan a ilusionarse con producciones diferentes. Los pibes podrían desarrollar esos roles. Y ese dinero se podría haber invertido en un “9”.

5) Demoras para negociar. Ramírez es tal vez la única incorporación que entusiasma, pero Boca aceleró tarde por él. Lo hizo cuando ya el equipo estaba en caída libre.

6) Tensión permanente. Todo en Boca parece que se encamina a un conflicto. No logra caminar en paz.

7) Pol Fernández. Era clave en el medio. Lo dejaron ir en momentos de definiciones. Como mínimo, Boca debió usarlo hasta el final de su contrato.

8) Cardona. Ya se sabía de disciplina discutida y de su tendencia a lesionarse. Riquelme lo fue a buscar igual. El colombiano se negó a volver antes para jugar los octavos contra Mineiro.

9) Villa. Por la denuncia de violencia de género, Boca primero lo señaló. Luego, por conveniencia, volvió a utilizarlo. Así el club marcó un pésimo precedente. Igual Riquelme lo señaló como el mejor. Ahora el colombiano lo plantó y dejó el club antes del Superclásico.

10) Cascini. Provocó el escándalo en Brasil y sigue en Boca como si nada hubiera pasado. Otro ejemplo negativo que sólo alimenta el siempre peligroso "vale todo".

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