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Opinión

Di María debe ser suplente

El zurdo vuelve a la Selección tras la Copa América. Mantiene un nivel muy alto en el PSG, pero para Scaloni es uno más. A Fideo le juegan en contra la edad (llegaría a Qatar a tres meses de cumplir los 35 años) y el fantasma de las lesiones. Además, casi nunca en Argentina rindió como en sus equipos. Hoy es tiempo de otros jugadores: Ocampos, Acuña, Nico González, Lo Celso... Que Angelito acompañe

Di Magia, posando junto a un tal Neymar, saca la lengua. Di Magia es Angel Di María. La “g” que reemplaza a la “r” en el apellido fue una ocurrencia del fenómeno brasileño que posteó en sus redes esa imagen desbordada de felicidad. Así decidió reconocerle al rosarino aquella fabulosa producción contra el Leipzig que le permitió al PSG convertirse en finalista de la Champions League. No transcurrió hace demasiado tiempo. Pasó a mediados de agosto. Fue tal vez el punto más alto de Fideo, quien después igual siguió imponiendo su jerarquía. Al cabo, no se discute su vigencia. Lo que se debate es su protagonismo en la Selección. ¿Qué lugar debería darle el entrenador? El que según parece le dará contra Paraguay: en el banco. Y es lógico. Por todos los matices que rodean a esta historia, Di María debe ser suplente.

Aunque lo tenga claro, para decidir, Scaloni se encuentra en cierto modo preso de la convocatoria anterior, cuando resolvió no citar a Di María aunque exhibía un nivel exultante. Alrededor de aquella determinación hubo rumores (desmentidos por el propio técnico) que indicaban que no le habían gustado algunos gestos de Fideo durante la Copa América de Brasil 2019, el último momento que se registra del zurdo vestido de celeste y blanco. También el rosarino eligió realizar una gira mediática diciendo que no entendía su marginación y remarcando sus deseos de jugar en la Selección.

Hoy, con Di María de nuevo adentro,se abre la puerta para especular con dos lecturas posibles: antes, al marginarlo, el DT le quiso dar un tirón de orejas; o ahora, al citarlo, reconoce que fue un error no considerarlo para jugar contra Ecuador y Bolivia.

Luego, está la explicación del técnico. Ahí Scaloni ubica a Di María en la Selección de hoy: “En la anterior convocatoria, teníamos a Lo Celso y Nico González. Después de dar la lista, los dos se cayeron por lesión. En ese momento a lo mejor hubiera sido partidario de citar a Di María, pero con todo lo que estaba sucediendo no me pareció justo llamarlo. Y de haberlo hecho, al partido con Ecuador no llegaba y al de Bolivia llegaba muy apretado. No tenía sentido. Y para esta convocatoria, Nico González había sumado pocos minutos y a Lo Celso todavía le faltaba ritmo futbolístico. Esta vez no íbamos a cometer el error de no traerlo. Es muy simple la respuesta”.

Lo concreto es que Scaloni lo tiene en cuenta a Di María, pero no lo considera indispensable en esta Selección renovada. Al cabo, luego de tantos años de indiscutido, Fideo pasa a ser uno más. Por todo lo que viene sucediendo, si Scaloni pusiera hoy contra Paraguay a Di María como titular daría una señal de debilidad ante el resto de los jugadores. Sería un tiroteo a su propia autoridad y a una etapa de recambio que avanza a paso firme.

Es imprescindible poner todo en su justo lugar. A Di María no se lo discute. Tiene una trayectoria de oro. Por algo lo eligieron Real Madrid, Manchester United y PSG, donde goza una vigencia con nivel de top. Fue el más desequilibrante después de Messi en la última década con la celeste y blanca. Todo es tan cierto como que casi nunca rindió igual en la Selección que en sus equipos.

Hoy vale disfrutar, valorar y convocar a Fideo, pero como un futbolista accesorio. Hay un nuevo proceso en marcha. Es un tiempo distinto. Necesitan espacio para volar los futbolistas más jóvenes. Y que Di María acompañe.

No será fácil encontrar otro Di María, ni siquiera alguien que se le arrime en rasgos y jerarquía. Pero hay que buscarlo. Y para encontrarlo es necesario que la camiseta de la Selección y ese rol lo ocupen otros jugadores. Lucas Ocampos (26 años), vital en el Sevilla, se puso la celeste y blanca y nada le pesó. Marcos Acuña (29 recién cumplidos), ahora lesionado, es otro que sin romperla en general suele aprobar. Está Giovani Lo Celso (24), en el Tottenham. Es clave que vaya sumando minutos y roce Nicolás González, el ex Argentinos que con 22 años ya participó en tres amistosos, que a mitad de año ascendió con el Stuttgart y que ahora sigue desequilibrando en la Bundesliga, mirado con atención por el Napoli, el Valencia, el Dortmund y el Leeds de Marcelo Bielsa. Dejar ser a los nuevos es la cuestión.

Es otra etapa. Hay que proyectarse hacia el Mundial. Seduce Di María. Resulta tentador imaginarlo a él por una banda y a Lucas Ocampos por la otra. Pero Fideo llegaría a Qatar tres meses antes de cumplir los 35 años. Al límite. Demasiado riesgo para un futbolista que arrastra como antecedente una serie de lesiones en la Selección a contramano de la regularidad exhibida en equipos. Casi siempre sufrió problemas físicos en instancias determinantes. A saber:

# Mundial de Brasil 2014: se desgarró con Bélgica en cuartos y se perdió la final.

# Copa América de Chile 2015: en la final con Chile, tras levantar velocidad y correr varios metros, frenó, quedó en el piso tomándose el isquiotibial derecho y debió salir.

# Copa América Centenario 2016, en Estados Unidos: de nuevo el aductor derecho lo traicionó con Panamá y volvió en la final con Chile, pero lo sacaron porque se notaba que no estaba bien.

# En la previa del Mundial de Rusia, concluyó el amistoso con Italia con una mialgia en el muslo derecho.

# Scaloni lo convocó por primera vez luego del fracaso en Rusia para el amistoso con Venezuela, pero dos días antes sintió un pinchazo en el recto izquierdo y fue desafectado.

Estacionando en lo estrictamente futbolístico, tampoco garantiza el éxito Di María. Lejos de su mejor versión estuvo en el Mundial de Rusia y se mostró como un jugador común y corriente en su última aventura con la Selección, en la Copa América de Brasil 2019.

El único intocable es Messi. Que el capitán respalde a Ocampos, Lautaro, Paredes, Palacios, Lo Celso, De Paul, Joaquín Correa, Nico González, Acuña… La nueva sangre celeste y blanca, más el genio. Que Di Magia no confunda a Scaloni. Como uno más, ahora como suplente, que Di María acompañe.

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