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Opinión

Candidatos por obligación

San Lorenzo e Independiente deben hacerse cargo: la copa que reactivará el fútbol argentino les hace un guiño y los invita a luchar por el título. No importa que se encuentren en construcción y con muchas incógnitas. Pasa porque Boca, River y Racing pelean en la Libertadores y están clasificados para la próxima edición

Se acabaron las postergaciones. Llegaron las confirmaciones. Vía libre para la pelota y todos sus matices. A competir por los puntos y a toda velocidad. Se viene la copa que reactivará la industria del fútbol argentino después de siete meses eternos. Representa para San Lorenzo e Independiente una inmensa oportunidad, pero también una obligación. Tienen la posibilidad de protagonizar y de soñar con el título, aunque no parezcan tan preparados, aunque deban armarse en el camino. Que se hagan cargo: se encuentran en construcción, pero son candidatos. Es que los otros tres grandes, Boca, River y Racing, estarán atrapados por la Libertadores.

Si sólo se comparasen argumentos futbolísticos entre los cinco gigantes nuestros, no habría ninguna duda: diablos y cuervos al menos en el arranque deberían ubicar sus expectativas reales en un segundo plano. Los equipos de Russo, Gallardo y Beccacece gozan hoy de una consolidación que no tienen las formaciones de Soso y, en especial, la de Pusineri.

Este escenario tan singular impulsa casi a la fuerza a San Lorenzo y a Independiente. Sus ricas historias lo imponen siempre. Después, claro, están sus realidades con matices distintos. Los de Boedo se posicionan con mayor jerarquía: mantuvieron la base, aunque agregaron nuevo entrenador. Los de Avellaneda siguen con su DT, pero realizaron cambios potentes en su plantel.

¿Mariano Soso podrá bajar su idea en San Lorenzo? El equipo había entregado buenas señales en la transición que lideran Tocalli, Romagnoli y Beto Acosta. Siguen los Romero, ilusionando con explotar. Quieren volar muchos chicos atrevidos: los Palacios, Peralta Bauer, Sabella, Hausch. Atrás, otro juvenil, Gattoni amenaza con ganarse un espacio como marcador central. ¿Cuánto habrá del mejor Nacho Piatti? Tal vez la incógnita número uno es cómo responderá el nuevo “9”. San Lorenzo vendió en una fortuna a Gaich, la gran pérdida. ¿Estarán a la altura Di Santo y Jonathan Herrera, los goleadores incorporados?

Lucas Pusineri se juega todo en este par de meses (él mismo lo aceptó) y debe rearmar el equipo con mínimos recursos. Se fueron Campaña, Gastón Silva, Sánchez Miño, Cecilio Domínguez, Leandro Fernández, Braian Romero, Chávez, Albertengo y Verón, entre otros. De los que llegaron, para jugar de una, solo parecen estar listos el arquero uruguayo Sebastián Sosa y Ezequiel Muñoz. Habrá que verlo a Federico Martínez, el delantero uruguayo que llega desde Central, donde estaba a préstamo. Arriba, permanece Silvio Romero garantizando goles. El desafío será respaldarlo. Hay experiencia en Domingo Blanco, el colombiano Roa y Jonathan Menéndez. De la cantera disparan esperanzas por las bandas Alan Velasco (18 años) y Braian Martínez (21). ¿Alcanzará?

Claro que los dos grandes que quieren volver a ser encontrarán obstáculos en sus rivales también. Vélez vendió mucho y bien (Robertone, Cufré, Barreal), pero se reconstruyó con astucia. Con la impronta de Mauricio Pellegrino, quien asumió en plena cuarentena, les discutirá con el mix de experiencia talentosa (Centurión, Gago y Mancuello, una de las incorporaciones) y la habitual dosis saludable de chicos distintos liderados por Thiago Almada, más Tarragona y Lucero, los dos goleadores que llegaron, que vienen gritando en los amistosos y que pulsearán por la “9”.

Atención con Newell’s, que goza el regreso de Scocco. No hay que descartarlo. Junto a Maxi Rodríguez y Pablo Pérez, más Formica y Sebastián Palacios, intentarán enriquecer la propuesta interesante de Kudelka. Lanús una vez más cree en sus pibes, más Lautaro Acosta y Pepe Sand, pero se desprendió de Marcelino Moreno, Muñoz, Valenti y Pasquini.

Cambió el rumbo Estudiantes. Se retiró Gastón Fernández. Entre otros movimientos de mercado, se fueron Schunke, Rojo, Facundo Sánchez, Estévez y Retegui. Volvió Bazzana y llegaron Leonardo Godoy, Pasquini y Leandro Díaz. Se desarmaron al máximo Talleres y Central.

En definitiva, a Independiente y a San Lorenzo, a Vélez y el resto, a todos, les viene bárbaro que Boca, River y Racing se encuentren jugando esta edición de la Libertadores y que además ya sepan que están clasificados para la próxima por la tabla del último torneo local. Ellos no necesitan el boleto que entrega la copa doméstica que se iniciará el día del cumpleaños 60 de Maradona. Jugarán por la gloria, por una estrella. Algo que es más que mucho, pero no todo.

Al cabo, en el mayor tramo de este nuevo campeonato, seguro que Russo, Gallardo y Beccacece guardarán lo mejor. Sólo en dos momentos podrían utilizar a sus principales futbolistas sin tantos condicionamientos. El primero será en las tres fechas iniciales, aunque se quedarían en una jornada sin los futbolistas citados por las selecciones que jugarán por Eliminatorias a mediados del mes que viene. Se supone que en el cuarto capítulo, el del domingo 22 de noviembre, nada arriesgarán sabiendo que el miércoles 25 ya disputarán los octavos de final de ida de la Libertadores. El otro break para las cuestiones locales será en la segunda quincena de diciembre: mientras la Libertadores se frenará el 16 y recién volverá después de Navidad y Año Nuevo, aquí se continuará jugando.

De todos modos, los tres coperos de la Libertadores, en el instante de mover sus formaciones, tienen un recambio más que valioso considerando la modestia que envuelve a la mayor parte del fútbol local. Por eso San Lorenzo e Independiente tampoco podrán confiarse.

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