"Ramón Díaz se creía el mejor de todos y no es así", sostuvo Roberto Monserrat
El tricampeón con River entre los años 1996 y 1997 se refirió a su mala relación con el director técnico riojano y le tiró un palito que sorprendió a todos
Mientras el fútbol está parado por el coronavirus, la enfermedad denominada pandemia por la Organización Mundial de la Salud, algunos jugadores, entrenadores y presidentes de las instituciones aprovechan para dialogar con la prensa. En esta oportunidad, Roberto Monserrat, ex futbolista de River, se expresó críticamente hacia Ramón Díaz, quien fue su director técnico en el tricampeonato logrado entre los años 1996 y 1997.
"Era un tipo creído, pensaba que era el único. Con el paso de los años se dio cuenta de que no fue él quien nos sacó campeones. Se dice que si la relación entre jugadores y DT no es la mejor, se lo puede voltear, pero en ese caso no fue así: teníamos un plantel tremendo y el deseo de ganar cosas y dinero pudo más. Al tiempo lo vimos en la despedida de Ortega y los 25 que estábamos ahí lo incluimos, porque somos grandes personas. Comió con nosotros, cosa que no pasaba antes", reveló en una entrevista con Diario Olé.
Además, añadió: "Él pensaba que era el mejor de todos y no era así. Si el equipo no te rinde, por más que seas el mejor del mundo, no va. Después se dio cuenta de que el equipo lo que lo llevó a ganar grandes cosas. Nosotros lo hicimos campeón a Ramón. Después de que se fue Francescoli, limpiaba a uno o dos por semana o lo mandaba a Reserva. Al único que no pudo fue al Negro Astrada, al que vendieron a Brasil. Ahí te das cuenta de su forma de ser".
Por otra parte, el ex mediocampista, reconoció: "Si lo cruzo en estos momentos, le doy un abrazo. Ya se dio cuenta de que con nosotros falló muchísimo". Y aseguró: "Si el día de mañana me toca dirigir, no voy a hacer todas esas cosas que me molestaron en mi etapa de jugador".
Para finalizar, sostuvo: "El jugador quiere ganar títulos, prestigio y plata. Teníamos un grupo espectacular. Tirábamos todos para el mismo lado, ninguno se bajaba y éramos unidos: viniera quien viniera se sumaba automáticamente".
