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Nacional

El triunfo de River en la Bombonera tras una década

Con un gol de Lanzini y el recordado cabezazo de Ramiro Funes Mori, el equipo de Ramón Díaz cortó una larga racha sin ganar superclásicos de visitante. Y fue una victoria clave para ir camino al título de Torneo Final 2014

El festejo del segundo gol de River en La Bombonera para el triunfo del Millo sobre Boca el 30 de marzo de 2014
El festejo del segundo gol de River en La Bombonera para el triunfo del Millo sobre Boca el 30 de marzo de 2014 (Fotobaires)

Por Federico Del Río

Hasta aquel 30 de marzo de 2014, Ramiro Funes Mori era el hermano de Rogelio al que los hinchas no insultaban tanto porque él no erraba goles. No jugaba demasiado y cuando lo hacía tampoco generaba demasiado cariño en el público millonario. Pero ese día cambió la historia: la suspensión de Leonel Vangioni le hizo un lugar como lateral izquierdo entre los titulares para disputar el superclásico en la Bombonera y a cinco minutos para el final del partido metió un cabezazo que silenció a todo el estadio y se empezó a meter en el bolsillo a los hinchas, aunque todavía no era ni por asomo el recio zaguero que se consolidó con Gallardo.

Ese gol del mellizo, inmortalizado luego a partir de la frase (“no fue córner”) de un Carlos Bianchi furioso contra la actuación de Néstor Pitana, quebró una racha de 10 años sin que River pudiera ganarle a Boca como visitante. Desde el 2004, cuando otro cabezazo (esa vez de Cavenaghi) le había dado el triunfo por 1-0, que los de Núñez no lograban irse victorioso cuando tenían que jugar en La Boca. Y la victoria fue el quiebre en la campaña del equipo de Ramón Díaz en ese Torneo Final en el que terminaría dando la vuelta olímpica.

Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Eder Alvarez Balanta, Ramiro Funes Mori; Carlos Carbonero, Cristian Ledesma, Ariel Rojas; Manuel Lanzini; Teo Gutiérrez y Fernando Cavenaghi fue el equipo que puso el riojano para tratar de acercarse a la punta, que por entonces era de Colón. Agustín Orión; Hernán Grana, Daniel Díaz, Juan Forlín, Emanuel Insúa; Cristian Erbes, Fernando Gago, Juan Sánchez Miño; Juan Román Riquelme; Juan Manuel Martínez y Emanuel Gigliotti, los elegidos por Carlos Bianchi, que quedó flotando en mitad de la tabla después de la caída.

Siento que ya me puedo morir tranquilo

Los dos número 10 la rompieron. De un lado, un experimentado Riquelme clavó un tiro libre de su marca registrada para empatar el clásico y hasta Ramón Díaz lo elogió por su actuación. Del otro, un joven Lanzini (21 años) fue la gran figura: convirtió el 1-0, condujo a River y, de yapa, pateó el córner que terminó con la mala salida de Orión y el cabezazo de Funes Mori para el 2-1 final. Sin embargo, el personaje que se ganó la tapa de los diarios fue Ramiro, el hermano de Rogelio, aunque a partir de esa tarde su nombre empezó a dejar de necesitar la aclaración familiar.

Siento que ya me puedo morir tranquilo”, declaró el actual defensor del Villarreal unos minutos después de su conquista. Había marcado un gol que quedó en la historia. Que cortó una racha de una década sin triunfos en la Bombonera y que puso el punto inicial para lo que vendría después. Porque si bien es cierto que con Gallardo se dio vuelta la historia de los mano a mano con Boca, este superclásico que se jugó tres meses antes de que llegada del Muñeco fue el que produjo el primer quiebre.

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