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Nacional

El gol que Maxi Rodríguez gritó como si fuera un Mundial

Hace cuatro años, Newell’s volvió a ganar el clásico rosarino después de ocho temporadas gracias a un tanto agónico de su capitán. Fue en 1-0 en tiempo suplementario y enmudeció al Gigante de Arroyito donde sólo había hinchas de Central

El festejo de Newell's en el clásico rosarino
El festejo de Newell's en el clásico rosarino (Fotobaires)

Por Federico Del Río

Esta sensación la puedo ubicar como el penal frente a Holanda o el gol contra México”. Maximiliano Rodríguez es uno de los futbolistas que ha protagonizado algunos de los festejos más emocionantes para los argentinos en los últimos Mundiales. En Alemania 2006, un zapatazo de zurda desde afuera del área significó la clasificación a los cuartos de final superando a un equipo azteca que había llevado el partido al alargue. En Brasil 2014, el rosario fue el encargado de patear el penal decisivo en la definición frente a Holanda que le dio el pase a la final a la Selección Argentina.

Momentos inolvidables para la memoria de todos los futboleros, de esos que dejan la garganta afónica de tanto gritar el gol. Pero el podio de esos festejos históricos para el propio Rodríguez se completa con el gol que le hizo a Rosario Central el 23 de octubre de 2016, por la séptima fecha del campeonato de 2016/2017. Newell’s llevaba ocho años sin poder festejar en el clásico de la ciudad y Maxi se convirtió en héroe cuando el cronómetro estaba llegando al minuto 48 del segundo tiempo. Fue un córner que él mismo ejecutó, que Formica cabeceó como devolviéndole la pelota (aunque no fue esa su intención) y el capitán leproso le dio de lleno, ya adentro del área, para superar a Sebastián Sosa, el ahora nuevo arquero de Independiente.

Luciano Pocrjnic; Franco Escobar, Fabricio Formiliano, Néstor Moiraghi, Nehuén Paz; Diego Mateo, Facundo Quignón; Héctor Fértoli, Mauro Formica, Joel Amoroso; y Maximiliano Rodríguez fue la particular formación que armó Diego Osella porque Ignacio Scocco y Mauro Matos no estaban al 100% físicamente. El arquero había sido la figura con un par de atajadas clave en el primer tiempo hasta que cuando el clásico se moría en un nuevo 0-0 apareció Maxi para quebrar una racha de ocho años sin triunfos: fueron cinco empates y cinco derrotas.

Es cierto que en el medio de esa racha hubo tres temporadas sin cruces entre leprosos y canallas porque Central había bajado a la B Nacional. Pero incluso con la vuelta a Primera, siguió extendiéndose la paternidad. Por eso, el festejo desaforado cuando la Fiera convirtió el 1-0 en un Gigante de Arroyito repleto únicamente de hinchas locales que enmudecieron ante ese gol inesperado. Es más, hacía tres años que Newell’s no le hacía un gol a Central, el último también había sido de Maxi Rodríguez, en 2013.

Es inexplicable. La pasé muy mal en lo personal con estos partidos, por eso estoy muy contento”, confesó Maxi a la salida del vestuario visitante. Allí también contó una intimidad de lo que había pasado en el entretiempo del clásico, cuando Central dominaba el partido. “Osella nos cagó a pedos porque no podíamos aguantar la pelota”.

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