"Boca es mi casa y seguramente los caminos van a volver a coincidir, Riquelme me había ofrecido seguir pero no me parecía correcto continuar a la distancia", sostuvo Navarro Montoya

Carlos Navarro Montoya es, sin dudas, uno de los mejores arqueros en la historia de Boca Juniors. Estuvo desde 1988 hasta 1996 y más allá de no haber podido conseguir la Copa Libertadores de América, ganó el Torneo Apertura 1992, la Supercopa Sudamericana en 1989 y la Recopa Sudamericana 1990. Además, sus rendimientos hicieron que quede en el corazón de los hinchas xeneizes.

"Hace pocos días volví a Buenos Aires. Siendo mánager en Guadalajara mi relación no fue la mejor y decidí alejarme. Las experiencias hay que vivirlas y hoy decidí volver a Argentina", dijo el Mono en diálogo con Jogo Bonito.

Ahora sueña con un regreso a su casa. "Boca es mi casa y seguramente los caminos van a volver a coincidir. Sino coinciden, eternamente agradecido al club. Riquelme me había ofrecido seguir pero no me parecía correcto continuar en mi cargo a distancia", comentó.

"Fui 2 veces director de las inferiores de Boca. Esta última vez decidí alejarme porque por la pandemia quería estar cerca de mi familia. No me parecía correcto ejercer el cargo a distancia. Boca es mi casa, soy hincha", agregó Navarro Montoya.

Por otra parte, se refirió al presente del elenco conducido por Miguel Ángel Russo. "Boca tuvo resultados adversos en partidos de gran trascendencia. Hay veces que uno juega tan mal como contra Santos que parece que no hay rebeldía. Pero el problema fue que Boca jugó mal, igual que en la Bombonera", indicó.

En la misma línea, Navarro Montoya añadió: "El Boca que le ganó el torneo a River jugaba muy bien. Creo que post pandemia al equipo le costó y sufrió mucho las ausencias de Junior Alonso y de Pol Fernández. Nunca pudo suplantarlos".

Con respecto a las Divisiones Inferiores en el Xeneize, expresó: "Recién ahora se está armando un selectivo y está por volver a jugar la 4ta y la 5ta. Para los chicos, la pandemia fue muy traumática, el club le dio mucha contención y ayudó mucho a los juveniles. Boca es de los clubes que más chicos aportan a la primera división de otros clubes, pero contrariamente, no juegan mucho en el club. Hay que hacer un cambio de paradigma y un cambio en la política deportiva. Generalmente, salvo excepciones, los chicos toman su mayor madurez a los 23 años y es complicado que Boca le de ese tiempo a los juveniles".

Para finalizar, analizó el rendimiento del arquero de River. "Franco Armani es un arquero que se siente más cómodo dentro del arco que saliendo. Igualmente, en los últimos partidos vi una mejora y que está saliendo más. Él se posiciona muy adentro del arco y el área le queda muy grande", concluyó el Mono Navarro Montoya.