"Ojalá que la esté pasando como el orto en la cuarentena", el deseo de Osvaldo para Prandelli

"Ojalá que la esté pasando como el orto en la cuarentena", esa fue la frase que utilizó Daniel Osvaldo para comenzar a hablar de Césare Prandelli, el técnico de la selección italiana que no lo llevó al Mundial de Brasil 2014.

El ex Roma, Juventus e Inter recordó cuando tuvo la chance de representar a la Selección de Italia y cargó fuerte con el entrenador que, a último momento, lo dejó afuera de la nómina del Mundial 2014: "Hice 6 o 7 goles en las Eliminatorias y era titular. Me daban la 10 y todo, y me dejo afuera porque los diarios empezaron... Prandelli, mi amigo Prandelli, que ojalá la esté pasando como el orto en esta cuarentena. Los diarios empezaron a decir que yo era argentino y que tenía que llevar a otro. Lo peor es que me enteré por el diario, no me llamó para decirme que no iba... Me limpió, yo ya había sacado los pasajes. Me pegó feo eso, lloré. Me quería morir porque me lo había ganado".

"Con los pibes mirábamos Corriere dello Sport, que era el diario donde Prandelli tenía amigos, ahí ponían el posible equipo que iba a jugar... Y con los pibes, con De Rossi, Pirlo, decíamos que el que aparecía en el Corriere, jugaba. Ya sabíamos lo que iba a hacer, era muy así el muchacho. El lunes miraba el Corriere y sabía si jugaba o no", agregó Osvaldo.

Sin embargo, DaniStone sorprendió y contó que Prandelli intentó llevarlo a Galatasaray: "Lo peor es que después del Mundial me llamó para ir al Galatasaray y le dije que no iba ni aunque me dieran 50 millones de dólares por mes. Me cagué a puteadas", tiró.

"Cuando el plantel llegó a Brasil para ese Mundial, Pirlo me manda una foto del hotel donde Italia estaba concentrado y había una gigantografía mía, con la 10, todo. Al otro día me manda la misma foto y la gigantografía ya no estaba. ¡El técnico la mando a sacar! Yo estaba para ese Mundial, no sé que pasó. Hice goles, pero al final Dani Stone, a Monte Chingolo", cerró.

Por último, Osvaldo contó que Gabriel Heinze, quien era su compañero en la Roma, fue quien lo convenció para aceptar la convocatoria a la selección italiana: "El Gringo es una persona de oro, que lo quiero un montón. Si no fuese por él, no hubiese ido a la selección italiano. Íbamos en el auto de él y estábamos los dos en el mismo hotel. Me llamaron un día de la selección italiana, que me querían convocar... Les dije que lo tenía que pensar y me dijeron que los llame en cinco minutos. Y ahí Heinze me dice: '¿Les dijiste que si, no? Pero vos sos tarado, llamá y decile que sí. En los viajes se visten de Dolce Gabbana'. Y lo llamé y le dije que sí", cerró.