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El partido que construyó una "bomba biológica" que atormenta a Bérgamo y a toda Italia: Atalanta vs Valencia

Especialistas y políticos coinciden en que el partido Atalanta-Valencia de la Champions potenció el contagio en Italia. La región de Lombardía, especialmente Bérgamo, la más afectada 

Atalanta vs Valencia, por la Champions League, se convirtió en el día que nació una “bomba biológica”.
Atalanta vs Valencia, por la Champions League, se convirtió en el día que nació una “bomba biológica”. (EFE)

Con la gótica Catedral de Milán de fondo, varias mesas están unidas por una pasión que viene de años en Bérgamo. Sentados, un grupo de hinchas de Atalanta comparten la comida y las vivencias de la noche anterior en el barrio Navigli. Se burlan de los hinchas del Valencia, que de a poco se agrupan en la “Piazza del Duomo”. La escena es del último 19 de febrero, día del primer partido de los octavos de final de la Champions League. Pudo ser una jornada de fútbol como cualquier otra… Se convirtió en el día que nació una “bomba biológica”.

Un aluvión de hinchas de Atalanta copó Milán. Como el estadio en el que habitualmente juega el “Papu” Gómez, el Atleti Azurri d’Italia, tiene capacidad para 16.000 espectadores, la UEFA llevó el partido al mítico San Siro, que alberga a 44.236 personas. Faltaban dos semanas para que la Organización Mundial de la Salud decretara al Coronavirus como una pandemia. El ambiente en los alrededores de la Galería Vittorio Emanuele fue similar al que se puede ver en cualquier competición entre clubes europeos. Simpatizantes cantando por sus equipos en el medio de milaneses enfundados en sus elegantes abrigos y metidos de lleno en su actividad diaria. Gente apurada y muchas personas caminando en una de las zonas más exclusivas de la península itálica. Sucesión de imágenes que explican lo que pasó después.

"Ese partido fue una bomba biológica. El virus ya circulaba por aquel entonces y los 40.000 aficionados que viajaron de nuestra ciudad a San Siro se contagiaron y propagaron la enfermedad". La contundente frase pertenece Giorgio Gori, alcalde de Bérgamo, la ciudad más afectada por la cepa Covid-19 dentro la región de Lombardía, con 6.720 enfermos y más de quinientos muertos. El jefe de neumología del hospital “Papa Juan XXIII” de Bérgamo, Fabiano di Marco, también puso el foco en la cita deportiva que movilizó a los fanáticos “neroazurri” hasta Milán, a unos 55 kilómetros de su ciudad: “El problema creció cuando los ciudadanos de Bérgamo fueron a ver Atalanta-Valencia. En autobús, en coche, en tren. Fue una bomba biológica, desafortunadamente. Encima se quedaron horas festejando y sin darse cuenta aumentaron la probabilidad de contagio”.

Ese partido fue una bomba biológica

En el mismo momento que Italia se sorprendía con la velocidad de dispersión del Coronavirus, Atalanta certificaba su pase a los cuartos de final de la Champions, luego de vencer 4-3 a Valencia en un estadio Mestalla sin público. Los goles del esloveno Josip Ilicic, el desequilibrio del ¨Papu” Gómez y los movimientos de José Luis Palomino le abrieron paso a la celebración. Los futbolistas vencedores mostraron una camiseta con un mensaje de ánimo para su ciudad. "Bérgamo, por ti", era el mensaje escrito a mano, en la que también se podía leer "no te rindas nunca".

En los últimos días las imágenes fueron lacerantes. Caravanas de camiones militares con ataúdes partieron desde Bérgamo hacia otras ciudades porque ya no hay espacio en el cementerio local para tantos fallecidos a la vez. Hasta ahora, Italia acumula 74.583 infectados y 7503 muertes. La comunidad valenciana también tiene puesto un ojo en el traslado de los hinchas españoles a Milán: viajaron unos 3.000 fanáticos desde Valencia, donde hoy se registran 115 decesos de 2167 casos (entre los contagiados del equipo “Che” está el defensor argentino Ezequiel Garay).

"Es extraño porque deberíamos estar felices por nuestros resultados como club. Tendríamos que estar orgullosos, pero ahora tenemos que pensar en las familias que están sufriendo", dijo el Papu Gómez

Durante los cortos momentos de festejo del Atalanta nadie imaginó un escenario de cultivo para tanto dolor y desgracia. El partido con Valencia en Milán se convirtió en una “bomba biológica”. Lo que vino después sirvió para comprobarlo. La realidad grabó a fuego una sentencia que Bérgamo y toda Italia jamás olvidarán.

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