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Internacional

El milagro goleador del River de Gallardo

Tres años atrás, después de haber perdido 3-0 en Bolivia, daba vuelta la historia ante Jorge Wilstermann con un 8-0 histórico. Scocco metió cinco y Enzo Pérez fue ovacionado por primera vez en el Monumental

River vs Jorge Wilstermann
River vs Jorge Wilstermann (Fotobaires)

Por Federico Del Río

Como nunca antes, el equipo de Marcelo Gallardo había quedado de rodillas en Bolivia. El 3-0 que le había marcado Jorge Wilstermann era su peor derrota internacional (junto con la final frente a Barcelona del Mundial de Clubes) y lo ponía al borde de la eliminación en cuartos de final. Si bien el resultado se había dado condicionado por la altura de Cochabamba y resultaba un poco exagerado para el modo en que se había desarrollado el partido, la tarea de revertirlo parecía complicada para un River que recientemente se había quedado sin Lucas Alario y Sebastián Driussi, los delanteros que le aseguraban goles.

Ahora a masticar la bronca y apelar a la rebeldía, a tocar las fibras más íntimas”, fueron las primeras palabras del Muñeco en el vestuario visitante. “El equipo va a representar la camiseta de River. Sabemos que es difícil, pero no imposible. Hay fe”, siguió con su discurso inflador desde el primer momento. El técnico fue el primero en convencerse de que era posible y trabajó en todo sentido en los días previos, que encerró al plantel en Cardales como si se estuviese preparando para una final. En definitiva, lo era.

Para ese 21 de septiembre de 2017, Gallardo decidió mover las fichas. Cambió de esquema, puso un 3-3-3-1 con la idea de sumar mucha gente en el ataque, pero con un solo delantero porque el otro que tenía disponible era un recién llegado Borré. El colombiano era una apuesta a largo plazo que se hizo titular rápido por las salidas de Alario y Driussi, pero aún no era su momento y había andado mal en Bolivia. Lux; Montiel, Maidana, Pinola; Enzo Pérez, Ponzio, Ariel Rojas; Auzqui, Nacho Fernández, Gonzalo Martínez; Scocco fueron los 11 que salieron a la cancha en el Monumental.

Lo que ocurrió después fue un concierto perfecto, una cadena de aciertos sin ninguna falla que le permitió a River golear por 8-0 a Wilstermann y clasificarse a las semifinales. Esa noche en Núñez dejó muchos hitos históricos. El primero y fundamental fueron los ¡cinco! goles de Scocco, un récord que sólo Luis María Rongo (en 1939, en un 8-0 versus Ferro) y Leopoldo Luque (en un 5-1 ante San Lorenzo, en el Metro 76) habían podido lograr. También fue el día en que los hinchas volvieron a gritar “Enzo, Enzo”, pero no para Francescoli sino para Pérez, quien también se había sumado unos meses antes al plantel y contra los bolivianos convirtió el cuarto gol -el que aseguraba la clasificación- y el octavo, con una corrida interminable y una sutil definición.

Nacho Fernández fue el otro goleador ante Wilstermann, autor del 6-0. Y Gonzalo Montiel tuvo su estreno internacional: fue su primer partido de Copa en esa defensa de tres hombres que ideó Gallardo para aquel cruce. Así River revirtió un resultado que pintaba condenatorio y logró avanzar a la semifinal de la Libertadores, adonde después viviría una gran frustración al ser eliminado por Lanús, que llegó a esa instancia luego de eliminar por penales a San Lorenzo. Le había ganado 1-0 de local, ganaba 2-0 en el Sur, pero el Granate le hizo cuatro goles y dio el batacazo.

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