Internacional

El equipo chico que dejó a River y Boca sin Libertadores

En la edición de 2016, los dos gigantes argentinos fueron eliminados por el mismo rival: Independiente del Valle, un club ecuatoriano que ascendió a Primera en 2010 y que hace de local en un estadio para 7.500 espectadores

Por Federico Del Río

Demostramos que lo de River no fue una casualidad”, declaraba Pablo Repetto en el vestuario visitante de la Bombonera, la noche del 14 de julio de 2016. El técnico uruguayo acababa de lograr algo impensado con el humilde Independiente del Valle: había eliminado a Boca en las semifinales de la Copa Libertadores en la que ya había dejado en el camino a River en los octavos de final. Un equipo que apenas llevaba seis años en la Primera ecuatoriana para ese entonces dejaba sin el máximo objetivo a los gigantes argentinos.

El primer gran golpe de Independiente del Valle fue cuando le tocó cruzarse con el campeón vigente. El River de Gallardo había dado la vuelta olímpica en la Libertadores 2015 y los ecuatorianos no parecían un rival complicado para el inicio de los mano a mano. Sin embargo, volvió con un 0-2 de la altura de Quito, adonde era local Independiente ya que el estadio municipal donde juega en el torneo local tiene capacidad apenas para 7.500 hinchas. Y en el Monumental mereció dar vuelta el resultado con tranquilidad, incluso pudo haber goleado si no fuera por la espectacular noche del arquero Librado Azcona. River ganó 1-0 y se fue aplaudido por sus hinchas, pero no le alcanzó para clasificar.

En la siguiente fase, los ecuatorianos dejaron en el camino a Pumas de México (por penales) y llegaron a la semifinal donde les tocó el Boca de Barros Schelotto en el banco y Tevez en la cancha, con el deseo de cumplir el sueño por el que había vuelto un año antes. Pero el destino les tenía preparado otro batacazo para los jugadores de Independiente del Valle, que arrancaron la serie con otra victoria de local, por 2-1. No era un resultado tan malo para Boca teniendo en cuenta el beneficio del gol de visitante. Pero en la Bombonera le salió todo mal, más allá de que a los tres minutos ya ganaba 1-0, resultado que lo ponía en la final.

Independiente del Valle lo dio vuelta en el primer tiempo y en el inicio del segundo, después de un gravísimo error de Agustín Orión, se puso 3-1 arriba. Boca tenía que hacer cuatro goles en cuarenta minutos para revertir la historia y, encima, el arquero Azcona le atajó un penal a Lodeiro. Sobre el final, Pavón descontó aunque de poco importó ese gol. Así, un equipo prácticamente desconocido, con poca historia y unas pocas temporadas en Primera daba su segundo golpe más importante. Le faltó el último round: en la final empató de local y cayó por 1-0 visitando a Atlético Nacional, que levantó la Copa con Franco Armani en el arco.

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