El conmovedor relato del pequeño fan de Messi que fue viral: "No quería que se vaya porque me había dado un montón de alegrías. Me puse a llorar. Dormí mal y a veces ni comí"
Su imagen recorrió los medios de todo el mundo. Kevin, el pequeño que ilustra esta nota, relató a la televisión española sus sensaciones cuando el futuro de la Pulga parecía estar muy lejos del Barcelona
Entre tantas fotografías que circularon durante los 10 días en los que era incertidumbre el futuro de Lionel Messi, una que llamó la atención de todos fue la de un pequeño sentado en la vereda con la camiseta del 10 esperando por la Pulga. La imagen es del domingo 30 de agosto, cuando los jugadores debían ir a la Ciudad Deportiva de la institución blaugrana tal como estaban citados para someterse a los testeos correspondientes a las medidas sanitarias ante el coronavirus y así arrancar las prácticas el lunes.
Ese día, el rosarino no se presentó y Kevin, el niño en cuestión, se mostró realmente dolido por lo que estaba sucediendo con el crack argentino. Así lo relató al programa El Chiringuito, donde al hablar de ese momento contó que fue a ver a Messi por si pasaba por ahí. "Me veo bastante triste en esa foto. En el cole me decían que era actuado, pero no era actuado", dijo al ver una instantánea de aquella fecha.
Además, el chico que reconoció que tal es su fanatismo por el 10 que casi siempre sueña con él, recordó cómo vivió esos días desde que surgió la noticia del envío del burofax hasta que finalmente se confirmó que se quedaba en el Barça. "Le dije a mi padre que no quería que se vaya porque me había dado un montón de alegrías. Me puse a llorar -apuntó sobre el momento en el que se enteró de su posible partida- He dormido mal y a veces ni he comido al mediodía ni he cenado".
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Vale recordar que finalmente, a través de una entrevista a Goal, Messi confirmó el viernes 4 de septiembre que se quedaba en el conjunto catalán, aunque explicó que su intención era irse ante la falta de un proyecto deportivo y que no lo hizo porque el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, no cumplió su palabra y lo puso entre la espada y la pared al decirle que la única manera de marcharse era pagar la cláusula de 700 millones o ir a juicio. Ante esta segunda opción, fue muy claro: "Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo, que me dio todo desde que llegué, es el club de mi vida, tengo hecha aquí mi vida, el Barça me dio todo y yo le di todo, jamás se me pasó por la cabeza llevar al Barça a juicio".
