De escaparse de África en bote a la Serie A: la historia de Musa Juwara
El joven delantero gambio apareció de manera fulgurante en la primera división del fútbol italiano y el relato de su llegada a Europa conmovió por su dureza
El pasado 5 de julio, el Giuseppe Meazza sintió un golpazo. Ese día, las ilusiones del Inter de pelearle el scudetto a la poderosa Juventus se vieron seriamente complicadas por la gesta heroica de un pequeño equipo de mitad de tabla, el aguerrido Bologna F.C. del serbio Sinisa Mihajlovic, que no se amilanó ante el poderío ofensivo del neroazzurro y, aunque sufrió el gol tempranero del belga Romelu Lukaku, aguantó todo el partido hasta encontrarse, en una ráfaga, con una victoria trabajada y merecida.
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En el centro de ese 2-1 que fue tristeza para el Inter de Lautaro Martínez y alegría para el Bologna de Nicolás Domínguez y Rodrigo Palacio había una historia de superación. A los veinte minutos del segundo tiempo el delantero del Bologna Nicola Sansone le dejó su lugar a un joven futbolista de apenas 18 años, Musa Juwara, que fue fundamental: nueve minutos después de ingresar marcó el empate transitorio, y a tres minutos de su gol hizo amonestar a Alessandro Bastoni, que dejó al Inter con diez.
Fue el primer gol de Juwara en la Serie A, y el momento consagratorio para él en medio de una serie de situaciones que lo hacen una de las historias de la temporada. El delantero nació en la ciudad de Tujereng, en Gambia, el 26 de diciembre de 2001, hace apenas 18 años. Su velocidad y la calidad de sus movimientos llamaron la atención del fútbol grande de la península cuando jugaba en el pequeño Virtus de Avigliano, y de allí, conflicto mediante con la Federación Italiana, pasó al Chievo Verona.
Sin embargo, su primer roce con el estrellato fue en marzo de 2019 durante el torneo de Viareggio, una plataforma para los jugadores juveniles. Allí, cedido por el Chievo al Torino, marcó tres goles en tres partidos. A su regreso al gialloblu, debutó en la Serie A el 25 de mayo, en un 0-0 ante Frosinone. Tenía 17 años y 5 meses. El descenso del Chievo lo llevó al Bologna, y allí empezaron a conocerse los detalles de su arribo a Italia, una verdadera odisea en la que cruzó el Mediterráneo en balsa.
En 2016 atravesó Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger y Libia hasta llegar al barco que siete meses después lo depositó en Sicilia. Allí Vitantonio Summa, técnico del Virtus, lo vio jugando al fútbol en la calle y se lo llevó a vivir a su casa para luego volverse su tutor. Hoy Juwara es uno de los más de 30 mil gambios que viven y trabajan en Italia, y no oculta su alegría: "quiero dedicar mi gol a todos los que me ayudaron en mi viaje, esto es un sueño para mí y lo recordaré por el resto de mi vida".
