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Internacional

¿Cómo se desactivó el boicot y se garantizó la Copa América en Brasil?

La Conmebol y el gobierno liderado por Jair Bolsonaro rápidamente activaron un protocolo político-deportivo para desarticular la movida de los jugadores nacida desde el Scratch, aislarla como una burbuja y luego, con la licencia del presidente de la CBF y una promesa de protocolo sanitario más vacunas convencer a las grandes figuras del anfitrión

¿Cómo se desactivó el boicot y se garantizó la Copa América en Brasil?
¿Cómo se desactivó el boicot y se garantizó la Copa América en Brasil? (Conmebol)

Por Fernando Czyz

La semana pasada, con una movida impulsada por los jugadores brasileños que actúan en Europa, comenzó un movimiento de desestabilización de la Copa América que se disputará desde este domingo en Brasil. Sin embargo, en poco más de 96 horas Conmebol y el propio Gobierno liderado por Jair Bolsonaro iniciaron un protocolo político-deportivo para garantizar el torneo pese a la situación sanitaria que vive el país.

El primer objetivo fue aislar el movimiento y, en ese sentido, el objetivo fue que cada una de las otras nueve federaciones garanticen su participación en la Copa América. Los U$s 4 millones que recibe cada asociación sudamericana por participar fue el motor económico pero también hubo un motor político dentro de Conmebol con el pedido de una expresión pública que comenzó con Paraguay y terminó el domingo con Argentina.

Una a una, las restantes nueve selecciones, a través de sus federaciones, garantizaron su presentación en el torneo. Algunas licencias como permitir a los participantes volver a sus países de origen y hacer base fuera de Brasil, o endurecer aún más el protocolo sanitario fueron algunas garantías que otorgó Conmebol para recibir el visto bueno de ‘casi todos’.

Esto generó que en el chat de capitanes, e incluso también el integrado por los diez entrenadores de las selecciones sudamericanas, rápidamente desapareciera la intención de no jugar y se pasara al plano de los pedidos a Conmebol y al Gobierno de Brasil para poder llevar adelante esta Copa América.

En el predio de AFA hubo un ida y vuelta con el pedido especial de volver a Ezeiza cada vez que el cronograma de partidos lo permitía, ya que los jugadores se sentían más seguros en Buenos Aires que en Brasil.

Con esta garantía lo que quedaba era resolver la situación en Brasil, que el viernes tuvo una denuncia contra el presidente de la CBF, Rogério Caboclo, que terminó el domingo con una licencia de 30 días y la asunción en su lugar del ‘Coronel’ Antonio Carlos Nunes.

A nivel deportivo los jugadores exigieron poder manifestarse en contra de las formas en las que se trasladó la Copa América a Brasil que los dejó totalmente al margen y sin consultarlos. La presión social también obligaba a una movida que no deje a los integrantes del Scratch ajenos a esta realidad.

Las vacunas priorizadlas para el miércoles y una burbuja sanitaria estricta, junto con la salida de Caboclo y la garantía de Tité como entrenador, dieron vuelta la intención de una revuelta que tampoco había conseguido adhesiones en el resto de los nueve países participantes de la Copa América.

La pelota rodará desde el próximo domingo en Brasilia y la 47º edición de la Copa América se disputará en uno de los tres países con más contagios y muertes en esta pandemia del coronavirus. Los motivos son económicos, las causas son las acciones políticas y, ojalá, no haya consecuencias sanitarias y sociales.

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